¡Hola, soy Fede! Siempre amé competir y hacer deporte pero en el contexto de todo lo que vivimos en 2020 lo encontré como una actividad que además era liberadora y terapéutica. Ir a correr por la tarde con la mente en blanco ya era un incentivo para terminar el trabajo del día cuanto antes y salir.
En una de esas escapadas cotidianas tuve una lesión en el tobillo que me dejó sin hacer deporte por un tiempo más largo del que en plena cuarentena podía aguantar. Entre las cosas que me recomendaron para acelerar la recuperación estaban las zapatillas minimalistas. Desde ese momento me enamoré de este tipo de zapatillas y no entendía cómo había hecho toda la vida para estar con algo puesto en los pies que sea tan incómodo y doloroso. Entendí también la sensación clásica de querer llegar a tu casa para sacarte las zapatillas y por qué ahora no me pasaba más.
Después de un año, este se transformó en el único tipo de calzado que usaba pero no había forma de comprarlo sin ir a Europa o EEUU.
Por eso empecé la idea de emprender. Sin saber NADA de calzado, después de trabajar durante el día de ingeniero, me dedicaba a contactar por correo y teléfono a muchas empresas del rubro para desarrollar el proyecto. En ese camino me crucé con Febo, los primeros que me quisieron escuchar y me invitaron a una reunión presencial en las oficinas de ellos. Fuimos y ahí nació una relación en la que nos guiaron y aguantaron con nuestras obsesiones por más de un año hasta llegar, con mil pruebas y errores, a tener el producto con la excelencia que queríamos.
En paralelo, en mi grupo de amigos comentaba del proyecto que estaba queriendo encarar y me escuchó Tati, amigo mío de toda la vida. Él es abogado y se pone zapatos todos los días, entonces entendía perfectamente a lo que me refería cuando hablaba de lo poco natural que es el calzado que usamos. Cuando nos juntamos a hablar solo de esto tenía también mucho entusiasmo y ganas de hacer algo por fuera de su trabajo habitual. Algo propio, con la libertad de tomar decisiones por nuestra propia cuenta.
Ahí entendimos que era el complemento necesario para que la idea se pudiera materializar, entre los dos podíamos apoyarnos, cubrirnos y conjugar todo lo que se necesita en lo productivo con lo legal y administrativo para formar una empresa. Una empresa que nos permitiera hacer las cosas a nuestro modo y tuviera la clase de productos que a nosotros nos gustaría comprar. En ese momento nació Zapiens.
Queremos darte la sensación de estar caminando descalzo con las zapatillas puestas, como una extensión natural del pie.
Nuestra misión es devolverte la libertad y la fuerza que tus pies perdieron con el tiempo, por culpa del calzado convencional.