Esta semana me invitaron desde mi facultad para hablar a más de 1000 chicos del secundario que en unos meses tendrán que elegir universidad y carrera. Nunca había hablado para tantas personas y tenía incertidumbre de como iba a salir. Sabía que era algo que quería hacer, pero sinceramente no quería que llegue la fecha porque era algo nuevo para mí. Esto me llevó a la siguiente reflexión: ¿cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?
Estoy convencido que exponernos a situaciones nuevas nos hace crecer. Lo que te pone incómodo, lo que pospones por qué sabes que es difícil o procrastinas porque es una situación que nunca viviste.
A nuestro cerebro le encanta la comodidad.
Desde la neurociencia se sabe que el cerebro está diseñado para ahorrar energía. Vive en modo "ahorro de batería".
Pero eso que hoy sentís como “comodidad” muchas veces es solo costumbre. Y muchas veces, eso no es un hábito bueno para vos.
Cuando comencé a usar calzado barefoot (mucho antes de que nazca Zapiens) y se lo explicaba a la gente de mi círculo de confianza, generalmente recibía la misma respuesta: "yo estoy cómodo usando mis zapatillas XXX".
No estaban cómodos, sino que su cuerpo se había (mal) acostumbrado a que sus zapatillas le aprieten, a necesitar amortiguación para caminar, etc.
Les demandaba mucha energía probar algo nuevo, aunque eso sea mejor para ellos.
No es falta de ganas. Es el cerebro jugando a lo seguro.
Salir de esa zona es incómodo, sí. Pero también es liberador cuando lográs traspasarla. Y a veces es necesario.
Ojalá esta semana te animes a hacer algo por primera vez.
Abrazo grande y lindo domingo, |
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