Hola!
Acá Tati nuevamente. El blog pasado de Fede te cuenta sobre cómo fue el proceso de puesta en marcha y fabricación en Zapiens personalmente me encantó, por lo que la vara para esta entrega quedó muy alta. Este mes te quería compartir algo que me ha estado dando vueltas en la cabeza y que necesitaba organizar para poder expresarlo con claridad.
Como habrás notado, vivimos en una sociedad en la que estamos constantemente bombardeados por estímulos diseñados para ofrecernos gratificación instantánea al menor esfuerzo. Un ejemplo claro y representativo lo encontramos en los alimentos ultraprocesados.
¿Qué son exactamente? Son productos industriales formulados principalmente con ingredientes procesados y aditivos, generalmente altos en grasas saturadas, azúcares, sal y carentes de nutrientes esenciales. Están diseñados para ser tan ricos como para que los podamos comer aún sin hambre, baratos y con una vida útil prolongada. Su atractivo radica en esa recompensa inmediata que va a nuestro cerebro, esa sensación intensa que nos engancha, a pesar de que a largo plazo su consumo se asocia con numerosos problemas de salud, desde obesidad, diabetes y hasta un montón de cosas más que evito enumerar para no ser tan fatalista un domingo a la tarde.
Pero si nos detenemos a pensar, la lógica del ultraprocesado no se limita a la comida. Si miramos bien, este modelo de "producto barato con recompensa inmediata" se extiende a muchos otros aspectos de nuestra vida.
Consumimos también ideas ultraprocesadas: titulares llamativos pero superficiales, soluciones rápidas que no abordan la raíz de los problemas, narrativas simplistas que evitan la complejidad. Al igual que con la comida, estas "ideas" pueden ser atractivas en un primer momento, ofreciéndonos una sensación de comprensión o solución instantánea, pero nos dejan vacíos, desinformados y sin herramientas reales.
Incluso ideas valiosas terminan siendo tan diluídas, trilladas y simplificadas (ultra procesadas) que son irreconocibles respecto de su sentido original. Es decir, tiene tan poco que ver un maíz con un dorito como las meditaciones de Marco Aurelio como un influencer diciéndote que te despiertes a las cinco de la mañana para ser exitoso. Sin embargo, los dos dicen estar hechos de lo mismo.
Vivimos en una cultura que tiende a priorizar lo efímero, lo llamativo y lo comercial por encima de lo sustancial, lo auténtico y lo que realmente nos nutre a largo plazo*. Al igual que nuestros pies están diseñados para sentir el terreno, nuestro cuerpo y nuestra mente prosperan con lo genuino, con aquello que requiere un poco más de atención y dedicación, pero que nos ofrece beneficios reales y duraderos.
En Zapiens, creemos firmemente en esta filosofía de volver a lo esencial, a lo natural, a lo que permite que nuestro cuerpo funcione de la manera para la que fue diseñado. Y esta misma visión queremos aplicarla a nuestra forma de comunicarnos con vos.
Queremos reducir la frecuencia de las ofertas y los mensajes puramente comerciales**. Queremos enfocarnos en generar contenido de valor, compartiendo información relevante sobre el movimiento natural, los beneficios del barefoot, consejos para un estilo de vida saludable y reflexiones que invitan a una conexión más profunda con nuestro cuerpo y nuestro entorno.
Incluso en nuestras acciones de marketing, queremos una estética más minimalista y centrada en el mensaje, buscando una comunicación auténtica y directa con nuestros clientes, que son nuestra comunidad. Queremos construir una relación basada en el valor que podemos ofrecerte, más allá de la promoción constante. Por eso, reducimos las ofertas, los links, los colores llamativos y vamos a estar mandando mails como los que recibiste esta semana, con alguna novedad o cosa que nos haya llamado la atención y merezca la pena compartir. Por supuesto, vamos a continuar también con este blog, escribiendo Fede y yo en forma alternativa, cosa que disfrutamos mucho.
Creemos que al igual que elegís un calzado que respeta la biomecánica natural de tus pies, también merecés una comunicación que respete tu inteligencia y tu tiempo, ofreciéndote contenido que realmente te aporte valor.
Gracias por ser parte de esta comunidad que busca un camino más consciente y conectado.
* Es así. De eso vivimos casi todos. Esto no pretende ser una lamentación solemne***. Pero mientras antes lo aceptemos y comprendamos, mejor nos vamos a poder manejar con lo que hay.
** Vamos a continuar con los asuntos de mails llamativos pero porque nos divierte mucho pensarlos.
*** Sí, estoy haciendo una llamada dentro de una llamada. Si te gustan los simuladores, tal vez te cause gracia como a mí acordarte de esta escena mientras lees esas palabras. Siempre me imagino así cuando me pongo solemne: https://www.youtube.com/watch?v=pQcAbrxrJqE
Abrazo grande!! Y gracias, nuevamente.
Tati