Hola, por acá Fede!
Tengo ataques de pánico. No siempre. Pero a veces, sí. Empezó hace 3 años cuando estaba en un trabajo muy tóxico que me llevó a mi límite de estrés mental.
Y no, no me da vergüenza decirlo. No me define, no me frena, no me convierte en víctima. Es un tema más. Como tantos otros.
Pero por algún motivo sigue siendo tabú. La gente cuenta que está resfriada o mal de la panza pero no cuenta estas cosas. Spoiler: el cerebro también se enferma a veces 😆.
Hay gente que sufre en silencio, que no lo cuenta, que siente que tiene que ocultarlo por algún motivo. Y, esta es mi opinión, pero creo que pasa algo parecido con los pies.
A la mayoría les duelen, se les deforman, les molestan los zapatos. Y aún así: lo normalizamos.
Hasta que un día sí importa. Porque duele. Porque te limita. Porque te desconecta.
Zapiens nació también por eso: para dejar de callar cosas que damos por sentadas.
No todo lo que hacemos es sobre calzado. A veces es sobre no callarse más.
Ojalá te haya gustado la edición de hoy y te pueda ayudar en algún sentido si estás o conoces a alguien en una situación similar.
Fede
PD: mi perrita Olympia es una de las principales razones que me ayudan a pasar los ataques de pánico (como te conté en el mail del finde pasado). La llevo a todos lados y es mi compañera incondicional ❤️. Sabe cuando estoy mal, lo siente y me acompaña hasta que pasa.
PD2: El modelo Be Olympia (mi favorito) se llama así por mi perra (cuando veas la foto lo vas a entender). Esto ya se los conté explícitamente en el correo anterior.
PD3: Vengo hace rato trabajando en esto y por suerte ya estoy mucho mejor!! Hay cosas que tengo que seguir mejorando para tener el alta definitivo, pero vamos camino a eso 💪🚀. |
|
|